LA DISTRACCIÓN
Es fácil caer en la tentación, en el egoísmo y en la amargura. Es fácil olvidarse del respeto, de los modales, de la amabilidad, cuando tu felicidad está en juego; cuando tu confort y comodidad se tambalean. Juzgar, criticar y reírse de otros es fácil cuando lo haces desde lejos; cuando no pueden oírte, cuando solo los ignorantes te escuchan. Deshonrar y ridiculizar es sencillo cuando te sientes amenazadx; cuando te ves substituido. El respeto y el amor son fáciles de cambiar cuando alguien hace por los demás lo que tu no haces -y lo sabes-. Simplemente el egocentrismo humano a veces vence a la cordura, a la ternura, a la familia, a la amistad, al amor. Olvidas el amor. Olvidas la alegría, y dedicas tu tiempo y esfuerzo -el cual nadie te ha pedido- en destrozar a otros, sin saber cómo esa degradación va a sentirles. Tal vez se despierte una mañana con tus palabras en la boca, con la duda en la cabeza y el corazón dividido. Porque confía en ti, te cree, te tiene fe. Porque te ...