SER TÚ
Puedo dejar de ser tú y tú puedes dejar de ser yo a finales
de esta semana. No sé cómo y no sé porque querríamos dejarnos de ser pero a
veces las personas se dejan… sin más, por amor.
Podemos dejarnos de ver, tal y como hacíamos antes, bajo las
sábanas y oscurecer juntos, aunque sea de día y el sol nos derrita cual cera,
dormirnos y devorarnos como animales enamorados que racionalizan ante el primer
pecado capital: el cuerpo.
Y todo se reducirá a una primavera, a un simple orgasmo, a
una falda tejana que te volvía locx. Todo se reducirá a un amanecer prematuro y
a un beso lleno de algo parecido al éxtasis de una caída.
Te reduciré a cenizas y naceremos fénix de nuevo; con una
balada simple y corta haciéndonos de hamaca. Todo se reducirá al verano aquel que
dejamos de sernos. Que dejamos de entendernos como lo hacíamos antes. No sé
cómo y no sé porqué querríamos dejarnos de entender, pero a veces la gente se
pierde en brazos ajenos y miradas extrañas, y todo aquello que antes era dejará
de ser en cuestión de segundos. Como chasquear los dedos.
Y sigo pensando que en algún momento tendremos que dejar de
ser del otrx para convertirnos en algo extraño que nadie nos ha enseñado. En
algo ajeno; como aquellos brazos o como aquella mirada.
Porque solo somos eso… la mirada de alguien y el abrazo de
algunos brazos rotos. Somos el pegamento de oferta y la tirita abandonada en el
cajón de la cocina. Somos eso: muñecas y coches, castillos y dragones,
princesas, principies y ogros.
Somos eso… ellxs, nosotrxs, algunxs más perdidos que otrxs.
Números, palabras, historia y guerras perdidas que ni siquiera se combatieron
con armas.
Somos arte, carne, piel.
Y dejare de ser tu a finales de esta semana y tu recogerás
las cosas que guardabas en mi cajón. Y dejaremos de sernos y buscaremos alguna
otra tirita, algún otro hilo del que tirar. Y con los meses será más fácil
buscar otra mirada y otro cuerpo que calentar.
Dejare de ser tú a finales de esta semana y tú dejaras de ser
yo aunque la piel te pida mi calor.
Dejare de ser tú y tú dejaras de ser yo… o no.
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