Al lado de mi casa hay un instituto. Y me resulta extraño pensar que hay gente que ha nacido, crecido e ido a la escuela en Barcelona. Me resulta extraño que esas calles que yo ahora contemplo por primera vez sean las de toda la vida para ellxs y que se conozcan los bares, las tiendas más baratas, los atajos, las plazas, como la palma de su mano. Me resulta extraño. Porque yo sigo saliendo por el balcón y sorprendiéndome de vivir donde estoy viviendo, de ver el sol ponerse con esos colores tan intensos, de ver el Tibidabo iluminarse cada noche, de tener una habitación con puertas de esas antiguas y de llenar el salón de plantas.
GRACIAS
A veces se necesita tiempo, ver el mundo de otro color; de gris, un gris muy oscuro. A veces se necesita distancia, meses de silencio y algún que otro encuentro imprevisto que nos haga sonreír. A veces se necesita ruptura, de algo; del tiempo, del corazón. Se necesita crecer, aprender a estar solx, a construir caminos. A veces se necesitan empujones, romper con la cuerda que nos mantenía a salvo. A veces se necesita empezar de nuevo, cambiar, dejarnos marcar por almas buenas, por almas malas, por almas propias. A veces necesitamos darnos una oportunidad a nosotrxs mismxs. A veces hay que reencontrarse con nuestro Súper Heroe. A veces se necesitan ver recuerdos, beber de las memorias que nos hacían nosotrxs y darnos cuenta de lo mucho que se puede compartir en poco tiempo; en cómo cada sonrisa contaba y en cómo cada mirada era real al tocarse. Y ahí estaba la amistad, guardada, esperando. Y ahí estaba la amistad, esperando el reencuentro. Y tal v...
Comentarios
Publicar un comentario