No se me da bien la gente. Entro, arraso, agobio, invado y provoco desconcierto. Amablemente me piden retirada y se hace el silencio.
AMOR
De pequeña creía en el amor ciego e inquebrantable. Creía en las medias naranjas y anhelaba con una fuerza desmesurada pertenecerle a alguien. Leí muchas novelas que me enseñaron a desear el amor por encima de cualquier cosa, y me aislé, como lo hacen los animales durante el invierno, en mi pequeña cueva de expectativas y sueños ficticios. Cuando me enamoré por primera vez fue un amor de fuego, irresponsable y lleno de lagunas. Me enamoré de la idea del amor y me perdí buscando el "nosotros". Me convertí en otra persona, y me olvidé por completo de que para amar a otros tienes que saber amarte a ti misma. Cuando me enamoré de Alex yo seguía siendo yo, pero empecé a entender las canciones. Me enamoré a fuego lento; bailábamos en la cocina y en secreto quería ser su musa fuera y dentro del escenario. Quería ser su futuro, su brillo en los ojos, la letra de alguna canción improvisada a las dos de la mañana. Me enamoré de la idea de ser de alguien, de la ilusión de compartir...
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