EL TEMPLO
Y si mi cuerpo, si mi vagina, es un templo, tú tienes que ser un monje que al entrar en mí se saca los zapatos y se lava los pies. Tienes que entrar en silencio, con pausa, a oscuras, y buscar a Dios. Tienes que entender el privilegio que tienes por estar dentro de mí. Por estar dentro de mi templo, que he bendecido como sagrado y no tiene opción de ir marcha atrás. Tienes que ser cómo un monje y cerrar los ojos al tenerme. Cómo un gato, de paso lento y cuerpo tranquilo; y quedarte quieto, rezándome; entendiendo la suerte que tienes de poder sentir paz dentro de mí. Paz y calma, eso quiero parade mí. Besos y caricias; a mi piel hacerla sentir Diosa. Te ofrezco un refugió donde estar y un alma que te puede abrazar, dar hogar. Tienes que entender lo sagrado que es. Y si mi cuerpo, mi vagina, es un templo, tú tienes que ser manos agradecidas y flor que quiere crecer. Porque no abro las puertas para todo el mundo; porque romperme es fácil pero hacerme el amor es una pr...