TIRITAS Y FLORES


Me curé las flores con tiritas y miré hacia delante, dejando el infierno a mis espaldas y desnudándome entre ramas secas que me tomaron como agua que sana.
Me puse vendas en las raíces que crecían y se rompían con los años, y me bañé en la laguna de unos ojos extraños que me dijeron: “Ven, aquí la verdad es segura”.

Y de mis pechos nacieron árboles y juré devolverlos al mar y hacerme mujer de nuevo y reconstruirme con un poco de sal. Y desperté del sueño que había prometido desvelar y me dejé caer sobre sus brazos. 
Y ahora soy hojas y pájaros y puedo volar. Puedo volar y hacerme marea y mirarte a los ojos y hacerte huracán, bosque y flores salvajes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Aprendo (a veces)

DOMINARME