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Mostrando entradas de diciembre, 2019

SINCERA

Tengo que ser sincera, Y comerme la piel a cachos; Hacerme pantera y patera a la vez, Y volarte hasta hacerte caer, Y que me huelan las manos a sal, Y que me sude el pecho de ti.  Tengo que hacerme soñar, Y con un poco de brisa Elevarme el suelo y gritar. Tengo que ser sincera, Y arroparme en esta cuerda Que me aprieta, y me aprieta Y no me deja respirar.  Tengo que hacerme callar Y hacerte silencio en el mar, Y volverme viento y con tu falda bailar. Con tu risa despertarme sin más, Y hacerme cama donde poder Dejar grabada tu piel. Y tatuarme tu sonrisa en la sien, Y creerme perfecta por una vez. Y sentirme susurro Y con un poco de fe, Dejarme caer en algo que deje De por fin doler. 

SIN VOZ

Me abrumo y me quedo sin voz. Me abrumo y sólo necesito el cuerpo haciéndome de escudo. El tuyo, porque el mío se ha quedado agotado. El tuyo, porque el mío prefiere quedarse aquí desnudo, en silencio. Me abrumo y ardo, derribando el hogar que llevo por dentro cuando las llamas se hacen incendio. Me abrumo y me quedo enamorada del techo.              Cuando todo parece querer batalla me imagino a mí misma en un tren rumbo a casa. A veces funciona. Cuando me pierdo por falta de fuerza me imagino a mí misma bajo el chorro de agua caliente de mi ducha, haciendo vapor y haciendo tiempo hasta que la pena se mezcle. A veces funciona. Si me abrumo y me ardo, me hago pequeña y me pierdo, recuerdo que por ende me construyo, renazco, me hago grande, y me encuentro.

TIERRA QUE ARDE

Como la arena, o como la Luna que se deja acunar por las medias noches, me he liberado como aquel pájaro que antes sólo sabía que gritar socorros sin vocalizar; y con un lápiz en la boca he aprendido a pedir. Vo-ca-li-zan-do,  ahora estas lejos y no te echo de menos. Las marcas en mis huesos se hacen pequeñas pero no se van, no creo que se vayan jamás; pero se lo he dicho a mi madre y se lo he dicho siempre a las almas gemelas que han pasado de puntillas por mi caparazón: está bien. Me he mecido con la marea y he visto barcos a lo lejos que me susurran deseos extraños, en idiomas que no entiendo, con manos que me agarran del cuello y me llenan de culpa; y me he querido hacer pez para salir nadando y perderme en algunos ojos dormidos, y hacerme polvo en tu cama y orgasmo entre tus dedos; pero todo va muy deprisa y apenas me doy cuenta de que la vida pasa sin mí. Y se me queda pequeña la paz; no tiene tanta luz como me habían prometido, y no pagué con dinero así que no p

QUIERO

Quiero, que mires con esos ojitos tiernos, que me envuelvas en tu ropa después de un día de viento.  Quiero,  que me mires y me agarres y me tumbes, y que digas cosas lindas y que todos lo escuchen.  Quiero,  que me prometas estrellas y mares, que me pintes la cara de canciones, que te hagas imán, que te hagas cama donde volver a descansar; y que me llores, y que me llames a media noche y me desveles, y que me susurres que me quieres y que me hagas el amor; que me folles, que me suspires y que me enteles las pupilas con tu voz. Quiero,  que nos olvidemos por un segundo del tropiezo, y que la memoria se haga ligera en invierno; y que no quieras soltarme la mano, y que no quieras soltarme la vida.  Quiero,  que se te haga pequeño el camino si no estás conmigo, y que quieras tocar la arena con mis pies. Quiero,  que te deshagas de los males cuando haya tormenta fuera de este edredón, y que tus brazos se hagan promesa al buscarme dormido.  Quiero,  c