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Mostrando entradas de septiembre, 2016

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Me viene a la cabeza una y otra vez ese olor a humedad que nos envolvía en aquel colchón que nos obligaba a unir nuestros cuerpos. A pesar del frío tu eras como un rayo de sol, calido y agradable al que sentía la necesidad de acercarme mientras me temblaban los pies. Así que me acerque. Me acerque a tu espalda y me acurruque entre los pliegues de tu camiseta. Me gustaba la idea de provocarte, de hacerte dar la vuelta, unir nuestros rostros, mirarnos fijamente, sin decir nada. Me excitaba la posibilidad.  Recuerdo cogerte la mano y acercarmela a los labios. La bese con ternura, y la aleje de mi boca poco a poco, sin subir la vista. Note tus dedos, calidos y firmes, acercarse a mi barbilla. Me levantaste el rostro, como hacen en las películas, y uniste tus labios con los míos. No fue el primero, pero fue el mejor beso del mundo. Estábamos los dos bajo las mantas, acunados por un frío que no parecía calmarse. Pero yo sentía calor. Un calor provocativo, excitante, atractivo, salvaj

VIVE, LUEGO ME CUENTAS

No hay tiempo para sueños. No hay tiempo para pensar. No hay tiempo para crear.  No hay tiempo...  No hay tiempo para la paz a pesar de ser paz lo que necesitamos.  Comprensión en las calles, amor en las casas, besos en los labios.  No hay tiempo para hablar pero si para escuchar palabrería ignorante y vacía. No hay tiempo para aprender, pero si para estudiar.  No hay tiempo para llorar, pero si para cubrir las ojeras causadas por la tormenta.  No hay tiempo para la tristeza, hay demasiado por hacer; demasiado por hacer por los demás, por extraños lejanos que no se quisieron aprender nuestro nombre, ni nuestro mar, ni nuestro pesar.  No hay tiempo para aceptar, pero si para juzgar.  No hay tiempo para sentir, y sin sentir, dejamos de ser.  Lo curioso de quedarnos sin tiempo es que el tiempo es infinito; la ironía esta en como el tiempo no tiene hora, ni minuto. La ironía esta en creernos la mentira que nos cuentan sobre nuestra libertad, y cuando tenemos libertad, no

OLVIDARME

Quiero más. No me conformo. Quiero tenerte, sentirte, ser más contigo. Siempre he creído que eras tu el que me necesitaba más; pero ahora veo que soy yo la que busca tu calor todo el tiempo. Soy yo la que abraza la almohada e intenta rebuscar en lo que queda de tela tu olor, tu masculino, sensual y protector olor que me acuna con tanta ternura cuando me abrazas. Y soy yo la que, tu ausencia, la hace caer en tristeza. Y me siento tan mal. Me siento mal porque me jure no depender de nadie, me jure a mi misma no perderme y dejarme llevar tan fácilmente por los sentimientos. Me jure que no me dejaría demoler. Y no me gusta pensar en el amor como algo que te destruye, porque no creo en esa idea romántica tan traicionera, pero el amo si que desconcierta.  Soy yo la que querría dormir junto a ti todas las noches; soy yo la que prefiere abrazarte que hacer el amor; soy yo la que prefiere acariciarte la cara, besarte la frente y notar tu calor. Pero quiero desnudarte, eso no lo dudes. No s

DOMINARME

Me dejaría dominar por aquello que nunca seré. Contaría los minutos en que se acaba el día y soñaría con la tormenta perfecta. Me dejaría arrastrar por la arena mojada, pesada y desordenada en las profundidades del mar. Me dejaría dominar por el sentido del viento, que desmontaría los vestidos mentales de mi primavera. Hablaría en metáforas; me dejaría embarcar en un viaje de indecisas historias falsas que no me llenarían la cabeza de verdades, y me daría igual. Hablaría con las hadas después de un chute de realidad y fantasearía con la idea de perderme en el cielo, donde los ángeles se rindieron con los humanos. Me abalanzaría al vacio, rozaría su más alta montaña y me burlaría de todo aquello que deje atrás. Me burlaría de mí, por ser tan ingenua y dejarme engañar por mis propias mentiras. Y ahora volverme a levantar, renacida. No me rendiría ante la idea de la libertad, y quebraría tiritas echas de metal. No es tan fácil quererse, admitir, respetar, avanzar. No es t

SIMPLEMENTE

Tira de mi la corriente que me hace chocar contra la mentira más grande de todas:  Perdona. Siento como mi cuerpo se retuerce y me hecho la culpa una y otra vez. Me hecho la culpa de sucesos fuera de mi alcance, lejos de mi radar. Me quita el sueño. Ser humillada, burlada y mirada indiferente, y después yo perdonarme. Escuchar gritos de todos contra todos; y yo después tener que disculparme. De nuevo perdonarme. No escuchar palabras de defensa para conmigo, yo defender, y después yo perdonarme por haber sacado la tormenta. Tal vez soy yo que no acepto las ataduras dañinas, que no quiero más mentiras, ni más represiones, ni más tiempo perdido. Porque el tiempo no es siempre verano, no es siempre cama desecha y gemidos de amor. A veces el tiempo nos come, se nos burla, nos hace llorar. Tal vez soy yo, que quiero amabilidad cuando la doy, que quiero interés cuando lo doy, que quiero la sonrisa. Tal vez soy yo, que aún no entiendo el mundo antiguo, y me he dejado llevar demasiado r

DUERME

Duerme. Duerme mi Sol. Duerme mi ángel que yo siempre estaré junto a ti. No te pido que sonrías porque no siempre es fácil mentir, pero puedo prometerte unos labios que tus lágrimas secaran, porque eso es lo que hacen los que se aman; se cuidan, se escuchan, se ríen. No esperes a que seque la flor, tu aún tienes mucho que ofrecer. Duerme parte de mi mundo, yo confío en ti. Yo se que te mereces mucho más por lo que ahora si de verdad sonreír. Y se que a veces cuesta .Lo sé. Pero también se que no hay mejor regalo que tu risa, que tus ojos brillando por razones que te inspiran. Duerme mi ángel. Porque sabes que por ti removería tormentas, mataría a zombies y calmaría mareas. Todo por verte sonreír.