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Mostrando entradas de octubre, 2021

FRÍO

Si por algo tuviera que rebelarme seria contra este calor que insiste en quedarse. Este calor que se hace húmedo y se hace colina cuando yo lo único que quiero es resguardarme del frío bajo el edredón.  Este calor que me recorre el cuerpo como un escalofrío inoportuno; que me sigue recordando a verano, a soledad y angustia. Porque para mi este verano ha sido eso: una montaña rusa de dolores variaos y cuevas oscuras. Frío, viento y lluvia; eso quiero. Eso necesito. Salir de la cueva y empaparme. 

CRUZ

Desprenderse de la cruz es como quitarse una espina que ha hecho raíz en la piel.  A pesar de la miel fundida y la aguja clavada a fuego lento en mi pecho, una vez el peso y el dolor ajeno se han caído de mis espaldas he vuelto a respirar con calma. Los pulmones se me han despertado y he inspirado hondo, echándote de menos en los momentos de crisis, pero con ganas de seguir sola.  A pesar de la piel quebrada y la carne que me ha sangra durante meses, no se ha maltrecho el camino. 
¿Recuerdas, hace dos años, cuando nos enamoramos el uno del otro pero no queríamos reconocerlo, ni eso ni todos nuestros miedos, lo que me dijiste una noche en la entrada de Craft ? "Soy el chico con el que se está antes de encontrar al chico con el que te quedas".  ¿Recuerdas lo que te contesté?:  "Yo me quedo contigo"  ¿Lo recuerdas?  Al final va a ser que soy yo la chica con la que se está antes de encontrar a la chica con la que te quedas. 

MIRARSE DE CERCA

Me he preguntado numerosas veces qué hago aquí, para quien soy importante y que quiero hacer con el tiempo que tengo. Me he hecho preguntas sobre mí misma mirándome al espejo y rindiéndome a la vulnerabilidad que eso provoca. Fue mi hermana, de hecho, quien me lo recomendó hace un par de años: Al estarte mirando al espejo por más de un minuto, a los ojos, y fijamente, algo en ti se abre y te entra una emoción desbordante . Me encuentro haciéndolo más de una vez por semana. Me pongo delante del espejo, muy cerca, lo suficiente para incomodarme. Me observo y me escucho. Me estudio los cabellos que me caen por los hombros, las pestañas largas y oscuras. Me repaso con la mirada el contorno de mi mandíbula y separo, sin quererlo, los labios de vez en cuando, viendo como la piel se despega poco a poco y se me entreven los dientes. Cuando te observas de cerca te sientes ajena a ti. Te ves todo lo que odias y te ves todo lo que podrías amar; y no tienes fin. Cuando te observas des de tan poc