Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2021

Hay que ser valiente y libre de una misma para verse las virtudes

Hay que ser valiente y libre de una misma para verse las virtudes. Yo, cuando me miro, veo una llama incompleta que quiere arder y que apenas llega a cerilla. Solo ardo cuando estoy dormida, cuando nadie ve, cuando nadie escucha. Ardo a medias, a tientas a través de las tinieblas; mi tormenta apaga el fuego y me convierto de nuevo en cueva oscura que a base de velas sobrevive.  Se me inflaman los pulmones; es como si me hubieran prendido fuego por dentro y la chispa se alimentara de agonía que no grita y de silencio que no sabe cómo pasar página. La madera me observa desde la distancia, preguntándose cuando llegará su turno.  Este juego va de eso, de esperar tu turno. Tu turno para arder, tu turno para ser tocada, consumida y convertida en ceniza. Va de mirarse al espejo y reconocerse todas las veces; va de jugar con los ojos cerrados y estar segura de que el reflejo está ahí, con todos sus defectos. Este juego va de no llorar cuando la mecha se apague, de aprenderse de memoria las pro
Me dijo que no sabía escribir sobre cosas bonitas. Y yo, que ya le había escrito numerosas de cartas de amor, me pregunté si realmente la tristeza valía tanto la pena, o era yo, que no estaba destinada a ser la musa de nadie.  Título: Un poeta cobarde y una idiota con mucha paciencia. 

CLICHÉ

Hay canciones que provocan cosas cuando las escuchas. Como Bedford Falls , de Ford. Es una canción sin letra, y para mí, es como una balada a la calma que llega pasada la tormenta. Parece que escuches recuerdos, que se detenga el tiempo. Cada vez que la escucho me acuerdo de ti. Supongo que sabrás por qué, es bastante evidente. Reconozco que he estado evitando escucharla desde hace -en cinco días hará dos meses, pero quién los cuenta- bastante tiempo, y hoy, cuando me he querido poner a escribir, es la primera canción que me ha apetecido poner.      Hay otras canciones que me recuerdan a ti y que no llevan tu nombre; es inevitable supongo. Con esas canciones te escribo cartas. Algunas son largas, como esta, y otras caben en simples pósits de colores de sujeción discutible. Y es que siempre he usado la escritura para enviar mensajes. Uso la metáfora y la retorica, pero todo lo que escribo se interpreta deprisa; es fácil de descifrar y creo que soy bastante clara. Escribiendo siempre so

TENERTE

Que volvieras a mi era algo que estaba esperando; sabía que no era lo correcto, pero lo esperaba con los brazos abiertos; que te hicieras cachorro entre mis pechos y que me abrazaras y me dieras calor como lo hace la manta en invierno. Sabía que no era lo correcto, pero lo esperaba, lo deseaba. Tu olor invadiendo mis sabanas, tus besos limpiándome el cuerpo y tu voz, tu dulce voz, diciendo mi nombre.  Empezamos a jugar como no habíamos jugado antes; hay historia a nuestras espaldas, pero también la chispa de una adrenalina tramposa que te hace querer caer y comerte el queso de golpe, sin momentos para coger aire o calmar el corazón, sin momentos para pensar. Fuimos tormenta y aun así me sentí en paz. Porque tenerte no es solo tenerte, sino recordar. Tenerte es apretar los dientes y las lágrimas, en vano.  Nos consumimos. Fue como volver al pasado y recordar lo que había estado enterrando; que estoy enamorada de ti, que siempre lo he estado, que no sé cuando dejaré de estarlo. Pero tamb