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Mostrando entradas de julio, 2019

MÁS

Quiero ser más que este cuerpo que se consume con la rapidez de una cerilla. Quiero ser más que la idea lejana de alguien, o la utopía imposible de otres. Quiero ser más. Quiero ser el destino, el sol. Quiero ser más que el placer, la lujuria, el momento fugaz. Quiero, simplemente, ser más. Quiero poder mirarme en el espejo y que otres me vean sin miedo; que me hablen, que me escuchen, que me piensen, que me sientan. Mirarme en el espejo y entender lo que veo, y que el mundo lo entienda también... aunque sea  de lejos, aunque sea despacio. Mirarme y que las prioridades cambien y que en consecuencia sienta el profundo dolor de esta espina fina que me atraviesa la piel, que con pulso suave me cose como a muñeca de trapo las heridas hechas con papel. Y perdida la elegancia aprendo a pedir. Se me verán las entrañas y se me rasgará la ropa, perderé el tiempo. Tal vez me venga bien un reloj... de esos que decoran las muñecas pero que siempre he abandonado en algún cajón. Tal v

¿VIENES?

Se acerca a mí despacio, a un ritmo diferente; a una velocidad diferente. Se acerca a mí con una sonrisa pegada en la cara que marca las curvas y los hoyuelos de una relación sin fotografías; que marca las curvas y los hoyuelos de bonitas palabras echas humo, que con besos cortos apartas la vista para dejar de pensar. Y con ese cuello ancho, esas cejas pobladas y esos ojos serios, con esos ojos oscuros que lamen mi espíritu, con sus dedos delgados y hechos de música; esos lunares que con pausa le miman la cara; que me miman a mi cuando al follar me roza su piel, cuando al follar me agarra la carne y me acerca a él como si pudiera fundirse y desaparecer en mi sudor. Creo que me mira cuando nadie mira, cuando suena alguna canción bonita o cuando las luces se apagan. Y creo escuchar sus besos de lejos, sus pupilas buscarme y su voz pedirme una copa rosada. Creo muchas cosas, pero se me destroza la ruina del recuerdo; entendimiento de esto que somos y de esto que seremos; que el c

GLOBO

Me siento un globo, de esos que cuestan un euro en las ferias. Lxs niñxs se enredan el cordón en el dedo y van felices, mirando el globo de vez en cuando, desconfiando mínimamente de que siga ahí cuando levanten la vista. Pero tener el hilo entre su pulgar les reconforta, les da seguridad.  Pero hay tantas cosas que hacer que el globo se convierte en un estorbo, en una molestia que les reprime las ganas de salir corriendo a perseguir palomas. Y el nudo se va destensando, y el globo poco a poco se va estirando.Y seria mentira decir que el globo no tiene ganas de salir volando. Los padres van avisando a lxs niñxs sobre el cuidado del globo, van advirtiendo que puede salir volando si no le prestan atención. Y entonces el hilo cesa, se rompe o es descuidado. Y el globo, que puede ser de múltiples colores, tamaños y formas, sale volando. Se eleva sin prisas hacía el cielo, y parece que va despacio, parece tener esperanzas de ser cogido de nuevo, y deja el hilo moverse con cuidado,

RENDIRSE

Me rindo definitivamente a esta fuerza gravitatoria que me tira al suelo, sin pétalos ni ostias. Sin almohadas ni palabras buenas. Me rindo al factor sorpresa, a las miradas que esperan, a los oídos que tiemblan.     Me rindo a la vibración del cielo, a su color, a su aroma, a su todo. Me hago con él avispas y abejas y todas esas cosas que vuelan y que siempre aparecen sin que nadie lo pida. Que me asustan. Me rindo al espejo, y a verme de cerca. Me rindo al abandono, a todos los "quizás", a todas las cosas que podrían ir bien si dejo abierto el corazón. Me espero a la salida del sol, para ver algo, para verte mejor. Para contarte las pestañas, para regarte con aceite y fuego. Me rindo al regalo del sueño, a las camas ajenas, a los abrazos que me levantan del suelo por la alegría de verme. Me rindo a todo lo que se me resistían los huesos, a todo lo que se me resistía la cabeza. Me rindo al "Sí" sin compromiso y al compromiso de aceptar, a la promesa;