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15 DE OCTUBRE DE 2015

Este es un texto que  escribí a los 15 años, hablándome a mi misma. Siempre estaba triste y no sabía por qué:  He pensado en mil maneras de empezar esta conversación, pero ahora que te tengo delante no me salen las palabras. No se que decirte; como hablarte para que sonrías. Cuando te miro, ahora de tan cerca, me pregunto por que perdieron su brillo esos ojos azules, por que perdieron su color, que les hizo el tiempo para acabar tan tristes. ¿Que nos hizo el tiempo?  Entre abro la boca, pero no sale sonido.  Siento tristeza, pena, y culpa, pequeña. ¿Donde se ha escondido esa suave y delicada piel? ¿Donde fueron esos alegres cabellos negros? ¿Que les paso a nuestras ilusiones? He querido hablarte desde hace mucho tiempo; pedirte disculpas por los años que te deje sola, por los años de eterno invierno en tu cabeza. Solo quiero disculparme, pero no me salen las palabras. Me miras. Es extraña esta sensación... y es una lástima pensar que diga lo que diga nada compensara las horas perdidas;
La pasión es quedarse desarmada. Ceder a la noche, al día. Consiste en conservar aquello que te pone la piel de gallina.  La soledad consiste en derretirse por dentro; deshacerse, mentalizarse de que todos los miedos que salen con otras en realidad son miedos que se tienen con una misma. 

AHÍ ESTOY

El otro día me miré en el espejo y pensé: Ahí estoy, con ochos años y la mirada desierta, corrompida y sola. Ahí me veo, esclava de la intimidad desde chiquita; cubriendome de acero pero deshaciéndome con un beso en la frente, porque no nos vamos a engañar, estoy echa pa hacerme ovillo en los brazos de alguien. Porque estoy echa pa' que me abracen y me digan cosas bonitas. ¿O no?  Y ahí estoy, cubierta de roca y protegida por un muro de hormigón que es tan alto como la jodida torre Eiffel.  Me obligo a volver a mirarme; y aquí estoy, alzándome como una pájara y sacudiendome las alas de todos los males; aquí sigo, como os he contado antes, deshaciéndome como lo hacen los metales, cuando se me acerca alguien y me besa con suavidad cualquier peca que quede al descubierto después de hacer el amor.  Aquí estoy, preguntándome cuánto odio puedo llevar dentro, y cuanta vida, y cuánto amor, y cuánta pasión, y cuánta ignorancia, que se descorcha esta último como se descorcha el cava cuando h