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Mostrando entradas de enero, 2020

20/1

Una chica se tiró a las vías del tren el 20 de enero. Dejó la mochila en el suelo y cuando el tren se acercaba, se lanzó. Yo llegué cuando la estampida de personas corría y gritaba subiendo las escaleras; corrían de lo que no les podía perseguir, pero aun así, corrían. Y siguieron corriendo hasta que recordaron que debían llegar a casa. Había una mujer sentada en un banco, llorando, en la parte de arriba de la estación. Me senté a su lado y le ofrecí un pañuelo. Estaba hablando por teléfono, pero se detuvo para darme las gracias. Cuando colgó le pregunté si necesitaba algo, y me dijo que lo había visto de frente. Supongo que lo que necesitaba era decirlo en voz alta, como cuando yo dije que mi hermano había abusado de mí, y supe cómo volver a respirar. La imagen que me describió era esa, una chica de cabellos largos dejando la mochila en el suelo y tirándose a las vías. "Ha sido como estar en una película", dijo con el llanto en la garganta y la mirada perdida entre mi

HOTELES VACÍOS

Hoteles vacíos. Parques vacíos, Playas vacías. Todo vacío. Bueno no, aún hay quien se despierta de madrugada; Están ahí, en la ventana de sus casas perennes, Viendo cómo pasa el invierno a cámara lenta. Acabo de ver una silla a solas en la playa, Mirando el mar, sin dueñxs ni prisas. Estaba ahí, contemplativa Y prestada a la contemplación. Casas vacías. Historias furtivas. Ignorancias que sonríen. Quiero ser la llama, y llenar   lo vacío. 

"Y QUÉ"

Y qué si me veo fea, o gorda, o insuficiente para nada o para nadie. Y qué si siempre hay alguien mejor; más listx, más divertidx, más elegante, más amable. Y qué sí no quiero dar tiempo o si no quiero tiempo ajeno; y qué si alguien folla mejor que yo, o hace temblar con más intensidad que yo a aquellxs a quienes toca. Y qué sí me veo con el flequillo demasiado corto y el cabello demasiado extraño; y qué si me rozan los muslos de las piernas y odio mis hombros. Y qué… si lo primero que hago al despertarme es mirarme en el espejo, para ver si ha cambiado algo; algo que al verlo me guste sin pensarlo. Hay una canción que dice: “I wanna love my body, like you love my body”. Y qué sí tengo ansiedad, y me quejo, y me vuelvo a mirar en el espejo. Y qué si me aguanto la rabia; y qué si no tuve referencias para llorar y las que tuve las interpreté mal. Y qué sí al follar rezo para que no miren hacia abajo y me vean las imperfecciones. . Y qué si estoy en constante agobio por no i

CATARSIS

Si pudiera ser algún arte seria el baile. Para olvidarme del cuerpo y sentirme parte de lo que se mueve cuando me pongo de rodillas y rezo y te hago parte de mi catarsis. Catarsis que se deshace. Mírame, que sigo aquí de pie fingiendo saber por dónde ir y con qué pie romper el suelo. Mírame, que nunca me había dejado ver así, que mi corazón está roto y lo saco igualmente a pasear, ahorcándome por el camino. Si pudiera ser algún sentimiento sería el silencio, y me haría contigo marea y barco de papel, y me dejaría caer en tus manos de arena, que con el agua y el sol se endurecen y no quieren apretar pero aprietan; y la piel se seca y la piel se rompe. Y si pudiera ser algún sonido seria la madrugada, entre las sabanas manchadas de tinta fresca que se hace sombra y me recuerda como un reloj que da las doce, que tú y yo nos alejamos inevitablemente como la costa se aleja de mi cuando me acerco. Y no sé que tengo, tal vez es veneno, algo parecido al acido que mata las plantas de