Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2018

EL TEMPLO

Y si mi cuerpo, si mi vagina, es un templo, tú tienes que ser un monje que al entrar en mí se saca los zapatos y se lava los pies. Tienes que entrar en silencio, con pausa, a oscuras, y buscar a Dios. Tienes que entender el privilegio que tienes por estar dentro de mí. Por estar dentro de mi templo, que he bendecido como sagrado y no tiene opción de ir marcha atrás.   Tienes que ser cómo un monje y cerrar los ojos al tenerme. Cómo un gato, de paso lento y cuerpo tranquilo; y quedarte quieto, rezándome; entendiendo la suerte que tienes de poder sentir paz dentro de mí. Paz y calma, eso quiero parade mí. Besos y caricias; a mi piel hacerla sentir Diosa. Te ofrezco un refugió donde estar y un alma que te puede abrazar, dar hogar. Tienes que entender lo sagrado que es. Y si mi cuerpo, mi vagina, es un templo, tú tienes que ser manos agradecidas y flor que quiere crecer. Porque no abro las puertas para todo el mundo; porque romperme es fácil pero hacerme el amor es una prueba

CÓGEME CON TERNURA ESTA VEZ

Me has destrozado la vida. Y yo no hago más que dejarme destrozar.                                   No puedo respirar. No puedo hablar. No puedo alzar la mirada con normalidad. No puedo dejar de estar cansada. No puedo dejar de querer llorar. No puedo comer. No puedo beber. No puedo amar ni dejarme querer. No puedo irme, ni quedarme ni gritar. Me arde la garganta, el pecho y el corazón.   No tengo ganas de vivir. No así… No con lo que me has hecho en las espaldas. No con este peso, no con esta carga. No con este dolor que me consume las entrañas. No puedo escribir sobre otra cosa que no sea la caída y las ganas de levantarme que cada vez veo más lejos. ¿Cómo alguien va a amarme de la manera que quiero si no me amo a mi misma primero? ¿Cómo puedo dejarme consumir por esta manera? ¿Por qué no soy más fuerte? Quiero ser más fuerte y no ver mi dolor en todas partes. Quiero dejar de ver mi perdida en todas partes. Quiero dejar de ver mi sufrimiento en todas partes. Quiero dejar d

NI AMIGX NI RIVAL

Si pudiera haber escogido no sé si hubiera escogido una vida distinta a esta. No sé si hubiera decidido una vida sin dolor, sin pesadillas o mariposas perdidas. No sé si hubiera querido ser alguien sin cicatrices. No sé si me hubiera respetado sin estas heridas que afloran cuando me siento sola; tal vez si… pero sería una persona completamente diferente; Sin este miedo, sin esta tormenta, sin este caos, sin estas ruinas, sin estas ralladas de cabeza que hacen que me pierda entre mareas perfumadas de mentira. No, lo más probable es que ante la opción de escoger me hubiera quedado muda. El Destino, que nunca ha sido mi amigx ni rival, hubiera tenido el poder de controlar mis pasos o dejarlos marchar, y hubiera estado bien. Hubiera estado bien este dolor otra vez, estas grietas, estos sueños que se quedaron en una memoria de niñez. Una memoria de esas que flotan, que se hacen pequeñas con el tiempo y cada vez cuestan más dejar salir del cajón.  No hubiera aprendido a caer; no h

TIRITAS Y FLORES

Me curé las flores con tiritas y miré hacia delante, dejando el infierno a mis espaldas y desnudándome entre ramas secas que me tomaron como agua que sana. Me puse vendas en las raíces que crecían y se rompían con los años, y me bañé en la laguna de unos ojos extraños que me dijeron: “Ven, aquí la verdad es segura”. Y de mis pechos nacieron árboles y juré devolverlos al mar y hacerme mujer de nuevo y reconstruirme con un poco de sal. Y desperté del sueño que había prometido desvelar y me dejé caer sobre sus brazos.  Y ahora soy hojas y pájaros y puedo volar. Puedo volar y hacerme marea y mirarte a los ojos y hacerte huracán, bosque y flores salvajes.

MIERDA LA MÍA

Tengo la sensación de estar nadando por un mar realmente confuso. Un mar de turbulencias emocionales y espuma oscura. Una espuma a la que mi alma ya conoce de lejos, pero no quiere volver a cuidar. Espuma de rabia, enfado y justicia, en la que quiero que sufras y entiendas lo mío.               Me arde el pecho, la garganta y quiero llorar. Quiero gritar. Quiero hundirme en esta historia y cuando me esté quedando sin aire pensar si vuelvo o me quedo muriendo en la agonía de estos huesos que se quedan sin fuerza con el paso del tiempo. Es una mierda. Porque la historia es mía, porque la solución la tengo yo, porque no puedo apoyarme en nadie, porque este es mi dolor. Y pesa tanto que simplemente quiero desaparecer. Pesa tanto esta carga que a veces creo que el cielo se burla de mí; o es una prueba o simplemente me está tomando el pelo. Pesa tanto que duele, que me rompe en mil pedazos.               De hecho, me ha roto; y me está costando mucho encontrar las piezas. Me g

PREFIERO LA SOLEDAD, ES CIERTO

Prefiero la soledad, es cierto. Es cierto que prefiero mi cuerpo despierto y que no me fio del sueño.  Es cierto que prefiero mi cueva, mis sombras y mis días de lluvia sin voces ni ojos ajenos que me puedan juzgar.  Es cierto, prefiero tren a solas; coche a solas; leer a solas.  Prefiero la soledad, es cierto, y la falta de decepción o aspiración social. No soy grupo, no soy plural; nunca lo he sido. Solo soy cuerpo, piel y un puñado de arena en conviviencia conmigo misma. Prefiero la soledad, es cierto, para que negar si ya ves en mis ojos que mi alma respira mejor a oscuras.  Es cierto, soy más mía que de los demás; soy más raíz que flor y soy más tormenta que barco.  Soy más bien fuego que cerilla, es cierto.  Prefiero la soledad, es cierto, prefiero mis reglas, mi tiempo que pierdo viendo a los pájaros cantar y hacerse amar por el viento. Prefiero mi tiesto que regar cabellos extraños.  Prefiero la soledad, es cierto, y aún ser animal social siempre he sob