NO POR SER
El cuerpo humano no ha sido creado para la violencia; una mano es solo una manos, no un arma de guerra. Las palabras nacieron para enamorar, comunicar, compartir, dialogar; no para herir y destruir, porque sí, pueden desgarrarte el alma, herirte más que una arma de fuego. Pero también pueden desacerté por dentro, dejarte con una sonrisa o enamorarte locamente.
Las lágrimas no se escogen, nadie es amo de ellas, y vienen cuando tienen que venir.
No por ser mujer tengo que llorar siempre, o emocionarme por todo, cotillear o criticar a otras mujeres; no por ser mujer no puedo hablar de economía o política.
No por ser hombre soy violento e impulsivo; no por ser hombre tengo que ser seguidor del fútbol o no ser romántico y detallista; no por ser hombre disfruto menos de un tierno abrazo que de una noche de sexo.
Yo, como mujer que soy, quiero comunicaros a vosotros, hombres y mujeres, que mi estado de animo no depende de mi ciclo menstrual. Si tengo carácter, ideas y principios, es porque soy una mujer inteligente.
No se cocinar, no se coser, no me gustan las normas, no entiendo las gracias de los científicos y no soy romántica. Se me da bien dibujar, escribir, bailar, aconsejar, actuar, escuchar; me gusta ver películas, leer, hablar, la filosofía y los debates, incluso a veces, me gusta discutir.
No soy paciente, no me dejo pasar por encima y no lloro delante de la gente que se que no entenderán el motivo de mis lágrimas.
No tengo la talla 32, ni los cabellos largos y sedosos. No soy rebelde, soy curiosa. Sí, podemos ser curiosos y hacer las cosas simplemente porque nos viene de gusto, no todo tiene una explicación, a veces queremos hacer un cambio radical, así como teñirnos el cabello, cortárnoslo o viajar a la otra punta del mundo.
No porque haga un bachillerato que no sea el científico me dejan de gustar las ciencias, así como la astronomía o la biología. Y no por hacer un bachillerato científico me deja de gustar la literatura, el dibujo o la historia.
No me reiré de un chiste racista, machista, feminista u homofobico solo porque todos los demás lo hagan. A veces hablare sin pensar, y de vez en cuando no haré aquello que me pidan, por orgullo o simplemente porque no me da la gana hacerlo. No pediré disculpas siempre, no si se que tengo razón.
Me gusta comer; sí, en verano también; no hago la "Operación bikini", hago la operación "Tráeme un ventilador y un Cornetto de limón".
No por ser mujer soy menos o más, esto tiene que quedar claro de una vez. No por ser mujer tengo más o menos derechos.
Y no por ser hombre automáticamente quedo libre de culpas.
Las lágrimas no se escogen, nadie es amo de ellas, y vienen cuando tienen que venir.
No por ser mujer tengo que llorar siempre, o emocionarme por todo, cotillear o criticar a otras mujeres; no por ser mujer no puedo hablar de economía o política.
No por ser hombre soy violento e impulsivo; no por ser hombre tengo que ser seguidor del fútbol o no ser romántico y detallista; no por ser hombre disfruto menos de un tierno abrazo que de una noche de sexo.
Yo, como mujer que soy, quiero comunicaros a vosotros, hombres y mujeres, que mi estado de animo no depende de mi ciclo menstrual. Si tengo carácter, ideas y principios, es porque soy una mujer inteligente.
No se cocinar, no se coser, no me gustan las normas, no entiendo las gracias de los científicos y no soy romántica. Se me da bien dibujar, escribir, bailar, aconsejar, actuar, escuchar; me gusta ver películas, leer, hablar, la filosofía y los debates, incluso a veces, me gusta discutir.
No soy paciente, no me dejo pasar por encima y no lloro delante de la gente que se que no entenderán el motivo de mis lágrimas.
No tengo la talla 32, ni los cabellos largos y sedosos. No soy rebelde, soy curiosa. Sí, podemos ser curiosos y hacer las cosas simplemente porque nos viene de gusto, no todo tiene una explicación, a veces queremos hacer un cambio radical, así como teñirnos el cabello, cortárnoslo o viajar a la otra punta del mundo.
No porque haga un bachillerato que no sea el científico me dejan de gustar las ciencias, así como la astronomía o la biología. Y no por hacer un bachillerato científico me deja de gustar la literatura, el dibujo o la historia.
No me reiré de un chiste racista, machista, feminista u homofobico solo porque todos los demás lo hagan. A veces hablare sin pensar, y de vez en cuando no haré aquello que me pidan, por orgullo o simplemente porque no me da la gana hacerlo. No pediré disculpas siempre, no si se que tengo razón.
Me gusta comer; sí, en verano también; no hago la "Operación bikini", hago la operación "Tráeme un ventilador y un Cornetto de limón".
No por ser mujer soy menos o más, esto tiene que quedar claro de una vez. No por ser mujer tengo más o menos derechos.
Y no por ser hombre automáticamente quedo libre de culpas.
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