SIMPLEMENTE

Tira de mi la corriente que me hace chocar contra la mentira más grande de todas:  Perdona.
Siento como mi cuerpo se retuerce y me hecho la culpa una y otra vez. Me hecho la culpa de sucesos fuera de mi alcance, lejos de mi radar.
Me quita el sueño.
Ser humillada, burlada y mirada indiferente, y después yo perdonarme.
Escuchar gritos de todos contra todos; y yo después tener que disculparme. De nuevo perdonarme.
No escuchar palabras de defensa para conmigo, yo defender, y después yo perdonarme por haber sacado la tormenta.
Tal vez soy yo que no acepto las ataduras dañinas, que no quiero más mentiras, ni más represiones, ni más tiempo perdido. Porque el tiempo no es siempre verano, no es siempre cama desecha y gemidos de amor. A veces el tiempo nos come, se nos burla, nos hace llorar.
Tal vez soy yo, que quiero amabilidad cuando la doy, que quiero interés cuando lo doy, que quiero la sonrisa.
Tal vez soy yo, que aún no entiendo el mundo antiguo, y me he dejado llevar demasiado rápido.
Tal vez soy yo, que como siempre uno el dolor ajeno con el mio, y me acabo muriendo por mi y por los demás.

Me gusta pensar que no hay monstruos cuando apago la luz, que todo el mundo ama su cama como yo la amo, y que a pesar de los demonios, sigo queriendo dormir entre mis mantas, sintiéndome yo, viva y tranquila.
Pero a veces la realidad no es tan mala como la imaginas; a veces simplemente es peor.



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