TREN DE HUMO

Hemos bailado esta noche. Sabes cómo provocar a mi boca para que se le escape una sonrisa.
Hemos bailado hasta quemarnos los pies. Hemos visto al día levantarse, hacerlo llorar y verlo volver a dormir.
Hemos bailado y creo haberte visto en otra vida; en otro salón de baile, en otros zapatos, con otra sonrisa. Has dejado de ser mi compañero de baile par pasar a ser un bailarín cualquiera; en unos zapatos cualquiera y con una de esas sonrisas vacías.
Te he visto bailar y me has parecido otra persona. Un soldado. Un político. Un conductor de tren ya jubilado que forma trenes de humo con la niebla del cigarro.
Te he visto bailar y te has convertido en padre de familia, calvo y con bolsas bajo los ojos verdosos gastados de luz.
Y mientras te veía todas las vidas tú me has visto todas las mías. Y me he quedado con la intriga. 

para Paula, que entiende que hay vidas a las que se le quita la voz 

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