A LAS 14:00...

No entiendo nada de todo esto que me está pasando, y le doy más vueltas de las que querría, y tú no le das ninguna, porque eres simple, tal vez demasiado pensando en como decir las cosas. Y me duelen. Pero no me matan, simplemente me hacen llorar, porque necesito hacerlo, y a ti no te molesta que lo haga.

'No tienes que reprimirte las lágrimas conmigo" me dices.

Luego me quieres abrazar, y es como si hubieras salido de una película: te enfadas, te agobias, pero me sigues queriendo abrazar. Y me dices que me quieres, y yo también te quiero pero no tengo fuerzas para hablar.
Y tu cuerpo es tan cálido que me pasaría las horas entre tus brazos, así como esta noche o como todas las anteriores.
Mis sueños sueñan contigo y en la mil y una maneras que hay de sacarte la ropa; en la mil y una manera de hacerte el amor mientras te susurro que te amo, que me provocas. 
Y creo abrir los ojos y haberte tocado de verdad, pero estas a mi lado, siempre a mi lado, dormido y paciente. Y cuando suena la alarma no te quieres levantar; quedarte a mi lado un ratito más, eso es lo que quieres, o dejarte despertar poco a poco.


"Nos vemos a las dos" me dices besándome la cabeza.
Y antes que no quería verte, ahora no puedo imaginarme un sábado sin verte.