EMPEZAR

Eres tan Dios que el mundo mortal simplemente te envidia. Eres tan bosque, tan mar, tan espiritu libre. Eres tan de mi corazón joven que quiere hacerse mayor contigo.
Este corazón quiere enamorarte todos los días; beber de tu colonia cada noche y hacerte el amor antes de cenar, mientras soñamos el uno con el otro. Tan mágico...
Es verdaderamente secillo como me haces vibrar sin tocarme. Observarte es suficiente para calmar mis nervios.
Tu espalda. Tus brazos. Tu cabello. Tu mirada. Tu cara. Tus piernas. Tus pies. Tus manos. Tu vientre. Tu corazón. Tu alma.
Todo me hace cuestionarme como he llegado hasta aquí, hasta ti; hasta esta vida que se ha convertido en una aventura, y simplemente me emociono, porque contigo todo es fácil, es sensual; es vivir. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Aprendo (a veces)

DOMINARME