CONVIERTEME EN ALGO CON LO QUE HACER CAFÉ

Me he despertado esta mañana con ganas de ti; con ganas de más y con ganas de café.  Me he despertado con ropa y me has desvestido tan rápido que me he olvidado del sueño; de hecho he creído seguir soñando cuando me cantabas en el oído cosas parecidas a t'estimo.

Me he desecho de la noche y la mañana ha amanecido contigo y he creído ser azúcar y tu mi café con más leche que cafeína.
El camino ha sido corto hasta mi sitio de siempre después de ver que tu sitio estaba cerrado: 

"¿Y eso? ¿Qué hace cerrado?
"Es domingo"

La calle es ancha pero contigo es más de menos porque no quiero espacio que me separe de ti, no quiero que el azúcar se vaya al fondo del vaso como suele hacer ni que la leche le quite el gusto al café, pero es inevitable y me mezclo como hace la ropa en la lavadora en tu pelo y en tu piel y en tu boca. Dulce y adicta boca que me hace imposible separarme de ti.

Y me convierto en algo parecido al chocolate desecho y al croissant recién hecho y me transformo en niebla y en amanecer que lleve mi nombre y en tu mano y la mía juntas y me desvanezco en este frío que lleva sol calentito y me hago café, suave café que me despierte el alma y que me caliente la garganta.

Me convierto en algo parecido al té y quiero ser algo parecido al rojo de tus mejillas cuando después de hacerte el amor te susurro algo parecido a t'estimo.

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