EL DIÁLOGO


Tengo la impresión de haber cambiado de cuerpo; de haber cambiado de ojos y de ver el mundo desde otro lado.
Tal vez los años se han burlado y yo he seguido con lo mío y no me he enterado.
                 
Y tengo la nostalgia incontrolable del mar; con lo poco que me gusta la sal pegada a mi piel… con lo poco que me gusta mi pelo desordenado y peinado de cualquier manera por el viento. Pero lo echo de menos. 
Y automáticamente al pensar en verano echo de menos el frío, la manta, el revuelto de cuerpos bajo el edredón y tu mirada y la mía hablando bajito para no despertar al día; que de noche se está muy bien aquí lxs dos juntitxs.
Tengo esas ganas terribles de verte llover, de mojarme bajo la arena y de nadarte sobre la espuma. Tengo ganas de ahogarme pero bien, con aire en los pulmones, con algún que otro beso en los labios y algún que otro chupetón en el cuello. Tengo ganas de mar, de playa, de océano, de mirada infinita y
ojos oscuros. 

               
Tengo ganas de comienzo. Ganas de quejarme del sol, de pedir el invierno, de hacerte el amor entre ola y ola y dejar de poner comas en todos mis textos. 


Buenos días… parece que haya pasado una eternidad, y por lo que me dicen, eres prematuro.

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