A LA BOCA TAMBIÉN SE LA INVADE

También hay besos impuestos, besos obligados. Besos no deseados.

Los besos robados que me quitaste he tenido que arrancármelos con las manos. He tenido que quitar tu saliva de mis labios y tocarme la boca con los dedos para saber si por fin estaban a salvo. Y no sé si están a salvo, pero ahora son más suaves, más tiernos, más míos.

Los besos que me quitaste, que me obligaste a darte, no los quiero más. Me los he quitado. Y me los seguiré quitando hasta que la piel primera pueda respirar de tu invasión.

Los besos también se abusan, a la boca también se la destruye.

Los besos solo yo decido a quien dárselos.

A la boca también se la invade.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Aprendo (a veces)

DOMINARME