¿VIENES?

Se acerca a mí despacio, a un ritmo diferente; a una velocidad diferente. Se acerca a mí con una sonrisa pegada en la cara que marca las curvas y los hoyuelos de una relación sin fotografías; que marca las curvas y los hoyuelos de bonitas palabras echas humo, que con besos cortos apartas la vista para dejar de pensar.

Y con ese cuello ancho, esas cejas pobladas y esos ojos serios, con esos ojos oscuros que lamen mi espíritu, con sus dedos delgados y hechos de música; esos lunares que con pausa le miman la cara; que me miman a mi cuando al follar me roza su piel, cuando al follar me agarra la carne y me acerca a él como si pudiera fundirse y desaparecer en mi sudor.

Creo que me mira cuando nadie mira, cuando suena alguna canción bonita o cuando las luces se apagan. Y creo escuchar sus besos de lejos, sus pupilas buscarme y su voz pedirme una copa rosada. Creo muchas cosas, pero se me destroza la ruina del recuerdo; entendimiento de esto que somos y de esto que seremos; que el capricho es malo, lujuria hecha cuerpo… pero me importa bien poco.

¿Vienes?

Te miro y te escucho y me entra el calor. De calma ya he tenido demasiada; ahora lo que quiero es volverme loca y pensarte y ver tu imagen en mi radio personal de recuerdos, quiero más vueltas cuando bailamos, que me sigas mirando los pechos y con una tímida sonrisa me asegures que siguen ahí… que sigas pensando que quedamos bien en el espejo.

Lo que quiero ahora es dejar de pensar y perder el tiempo, las horas y los flujos. Perder el verano. Pero pasa el tiempo tan deprisa que pronto será el momento de despedirse. No escuchas, te asusta y quieres esconderte bajo la falda de alguien que sienta menos.

Creo verte buscarme, rodearme los hombros con tu brazo, y después alejarte, cagado hasta los huesos. Creo verte mirarme cuando alguien se acerca para hablar, y veo tus ojitos lindos alegrarse si te beso después de una pausa sin vernos. Creo muchas cosas porque me gusta pensar que te vuelvo loco en todos los aspectos posibles. Pero te asusto. Te asusta. 

Y yo ya no lucho contra el miedo ajeno.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Aprendo (a veces)

DOMINARME