LUNA

La vida, por la noche, se respira diferente.
Te tengo delante, y respiro mejor, y pienso mejor.

La vida, por la noche, se mueve a una velocidad diferente.
Me asusta y me excita a la vez.
Y esa luz que desprendes Luna,
de dónde viene,
y ese silencio que causas,
y esas mareas que enciendes
y esa oscuridad que te acompaña,
dónde la escondes cuando no miramos;
cómo se hace el cielo más claro cuando descansas,
o cómo los pájaros se hacen murciélagos
volando asustados buscando el hogar, como yo.

¿Qué nos haces cuando apareces que nos vuelves más animales?
Qué nos haces...
Qué me haces que me siento más en calma cuando dejas a la brisa visitarme.
Esta dulce brisa que anuncia verano.

La vida, cuando apareces, me da más música, menos prisa. 
La vida, cuando me sorprendes, brilla y alumbra los nísperos.

Ay Luna...
Y fíjate que por primera vez las estrellas se atreven a saludar.

Y hay sombras que no veo cuando es de día, y hay ruidos que no tenían dueño y ahora me asustan,
y qué tienes Luna, que le quitas protagonismo a las nubes, que ya se habían ganado mi confianza con los días. Te dedico todos mis placeres, por estar ahí, presente, y no caer.

Y que si caes sea por mi Luna;
no te preocupes que yo te cojo con los brazos abiertos.


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