HOGAR

Escupo lágrimas sin hogar. La psicóloga me ha dicho que a mi cuerpo parece costarle sentir que pertenece en algún lugar. Me leo la piel y no veo paredes ni ventanas por las que entre la luz. Cuatro años de batalla y yo sin ningún lugar donde sentirme a salvo y descansar; me he auto-convencido del nomadismo, de que el hogar son las personas. Pero me faltan llaves, me faltan paredes, me falta un lugar donde sentirme en paz. 

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