SANAR

Sanar es un concepto interesante. Yo he tardado cuatro años en decirle a mi abuela, mi "abuelita", que había sido, a los ocho años, abusada sexualmente por mi hermano mayor de dieciséis. Se lo he dicho después de merendar pastel de manzana y una taza de leche, después de partirnos un croissant que me había estado guardando para aquella tarde; después de ver el álbum de fotos del 80 cumpleaños del "Lolo"; después de hablar del amor, del hogar, de la nostalgia. 

Sentadas en aquel sofá de aquel apartamento de Lesseps que ha presenciado no sé cuantas Navidades y no sé cuentos pesebres hechos meticulosamente por mi abuelo, que se lo llevó la leucemia casi a cámara lenta. Piso que ha visto crecer a mi padre, a mis tixs; a mis primxs, a mis hermanos y a mi misma, que ha dado un lugar para las meriendas con leche y sobados y ha visto aumentar el número de fotografías en las estanterías. 

Y ahí estábamos, arreglando los problemas del mundo con palabras sencillas, y se lo he dicho después de anunciarle que tenia algo que contarle, después de advertirla de que si no estuviera yo bien para decírselo, no se lo estaría diciendo; y me ha escuchado como una amiga, y se le han empañado los ojos pero se ha reprimido el llanto, porque mi abuela es así, dura y tierna a la vez; le cuesta decir "Yo también te quiero" cuando se lo digo al oído al despedirnos, pero que al preguntarle por su flor preferida me contesta: "Mi flor favorita... ¡Tú!". 

Mi cuerpo temblaba por dentro pero mirarla a los ojos era fácil; he sentido calma y alivio; y yo tampoco he llorado, porque nos parecemos, mi abuela y yo. El placer de la verdad se nota ahora en mi piel, y las lágrimas salen o saldrán, y me sanaran por dentro y me curaran, de nuevo, la herida. 

Y han habido tantas personas que han calmado mi dolor, tantos pétalos caídos y tantos corazones en los que hacer raíz... que mi alma es agradecimiento, compasión, perdón y ternura. Y me siento viva. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Aprendo (a veces)

DOMINARME