MADRE

Mi madre tiene unos ojos verdes que cuando los miras puedes ver su niñez y juventud de golpe, puedes ver lo bonita que es con solo prestar atención a la belleza que lleva dentro y que cuenta historias geográficamente complejas y románticamente complicadas. Cuando sonríe el mundo chispea y puedes ver a todos los hombres y mujeres que la han amado y ofrecido tiempo y cariño; puedes ver a mi hermana, la historia que las separa y las une; puedes ver dolor, horas en llamadas internacionales por teléfono; puedes ver su amor por ser abuela y su amor (no innato) por cuidar y dar buenos abrazos. La escuchas reír y el mundo tiembla como lo hacen los corazones cuando se sorprenden; es como un latido en un parque de atracciones, que no tiene miedo a despegar pero tocar el suelo siempre ha sido un reto, por lo de acostumbrarse a tierra firme y todo eso... 


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