ARREL

Me he criado a través de diferentes ventanas con vistas al interior. Tenía pedazos de cielo que en los días de lluvia me hacían sentir parte de la tormenta. He crecido sin bandera, ni nación, ni imno ni arrel. He crecido sin tribu ni cadenas de carne. Cuando tengo que desprenderme me desprendo, y cuando tengo que alejarme me alejo. Pero a veces, después de ver mi falta de hogar, quiero aferrarme y quiero sentirme parte de algo. 

He aprendido a correr sin saber que estaba corriendo; he imitado la acción individual de salir huyendo y gestionar la despedida una vez ya estoy lejos. He aprendido a romper cadenas y condenarme nómada, pirata o cuenta cuentos.  

Me crié con una nómada que por amor movía su cuerpo y alma al vacío, a la aventura o a la posibilidad de tener un pie en cada lado de la idea de hogar. Me crié con una nómada que me enseñó a ser libre, a quemarlo todo, a dudarlo todo, a salir corriendo con los ojos abiertos. 



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