La versión corta de las palabras es aquella que sale mientras se tiembla. Es como un calambre que no te deja continuar con lo que querías decir; se te entrecorta la voz y los ojillos se te cierran. 

La versión corta de las palabras es aquella que se dice a la verita del oído, flojito, casi como si fuera un secreto dicho a gritos por dentro. Por que cuando acortas las palabras se convierten en otra cosa; se convierten en poemas cortos que parecen gemidos. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Aprendo (a veces)

DOMINARME