A veces soy yo, y otras me convierto en una piscina de agua salada de donde voy recogiendo, como si fueran náufragos, los pensamientos ajenos que me han construido a lo largo de los años. Y no es que sea joven o esté perdida, sino que ha habido millones de canales de donde malinterpretar información. 

Cuando un día por fin me despierto y lo veo todo casi claro, me doy cuenta de que estoy infestada de prejuicios, estereotipos y expectativas que me han estado alimentando como a una cachorra hambrienta todo este tiempo, y que existen múltiples manuales hablándote de cómo destruirte, pero muy poco explicándote como sanarte. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Aprendo (a veces)

DOMINARME