VIVO ENAMORADA DE TU SONRISA

Me quedo dormida a tu lado y siento la calidez y el aroma dulce de tu sudor. Escucho atentamente tu respiración, y me alegro cuando se acelera. Sonrío cuando me dices que soy perfecta, y cuando me besas el cuello lentamente.
Me siento segura cuando rodeas mi cintura con tus manos y me besas como si nunca antes me hubieras escuchado suspiras.

No dejo de pensar en tu sonrisa, en tus ojos, en tu cuerpo, en tu alma, en ti. No dejo de pensar en la frustración que siento cuando no te tengo cerca, cuando no puedo sentir tu cálido abrazo; cuando no puedo fundirme contigo.
Echo de menos tu presencia en cuanto te vas, y echo de menos tu voz en cuanto cruzas la puerta.
Lo único que quiero; lo único que haría el resto de mi vida, es quedarme entre tus brazos, y así aislarme de este mundanal frío que cala mis huesos sin descanso.

Me enseñas a esperar, a no necesitar palabras para amar. Me enseñas, sin que lo sepas, que el cuerpo habla solo, y que las palabras se dicen cuando realmente se necesitan. Me enseñas a reír a pesar del mal día, y cuando lo hago, y tu sonríes, mi día se ilumina, desafiando al mismísimo sol.

No podría cansarme de tu sonrisa, ¿No lo entiendes? Vivo enamorada de ella. Vivo enamorada de esa cara de niño cuando disfrutas de algo. Dios... ¿Como podría no echar de menos esas palabras tan tiernas que dices cuando las quieres decir? ¿Como no podría echarte de menos todos los minutos del día? ¿Como no podría amar de ti cada parte?

No entiendo como podía tachar al amor como inocente mentira, cuando soy yo ahora quien se deja engañar por la más bella verdad.

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