MAR

Ruidosa cadena; este cuerpo. Esta cabeza. Ruidoso el ruido que produce el mar cuando llega la tormenta y es tan pasivo a mis oídos para dormir, como una cuna, una canción sin letra.

He encontrado la melodía perfecta para nosotrxs dos. Ya le puedo poner voz; puedo susurrarla, y hacerte dormir mientras te abrazo.
No se romperan estas cadenas, este fino y casi invisible hilo que nos une. Siempre conmigo. Pienso en una vida sin tu olor, sin tus besos, sin tu apoyo, sin tu risa, sin tu mirada, sin tus palabras de amor, sin tu cuerpo, sin tu fe, sin tu humor, sin tu alma. Sin ti... Y dejo de imaginarme una vida plenamente feliz. Y a pesar de no poder depender, de no debe... De saber que no es lo correcto, no me importa. Porque sin amor, sin libertad, sin caricias... El mundo sería gris, de ese gris sin vida.
No voy a ser poeta y hablar sobre la nostalgia que tengo ahora para con tus labios, porque ya lo sabes. Cuando me olvido de ti mi cabeza hace recordarte, y es que realmente no me olvido nunca, simplemente te mezclas como el agua, te amoldas en mis pensamientos y me haces la vida más como es la vida... Más bonita.

Así que tú solo escucha:
Vayamos al mar, vayamos al sol, tócame, a mi, a la luna.
Vayamos al mar. Toquemos el rayo de la tormenta. Tu ya lo conoces.
Luna. Tormenta. Noche.
Vayamos al mar, mi amor, vayamos a cantar con la lluvia, con el ruido de las olas chocando contras las rocas. Ellas saben que estoy, que estoy contigo.
Vayamos al mar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Aprendo (a veces)

DOMINARME